Adraynee Sujad Talavera Soza
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua
Dr. Wulfrano Sánchez Meraz
Jairo Mariel Cárdenas
Francisco Javier Gutiérrez Cantú
Humberto Mariel Murga
Facultad de Estomatología, Universidad Autónoma de San Luis Potosí
Se sabe que históricamente este objeto denominado chupete, chupón o sosegador, ha sido utilizado por muchos padres para estimular la succión, calmar a los bebés, ayudar a anticipar el aprendizaje de la alimentación complementaria, por la acción consoladora e inmediata que ejerce en los niños recién nacidos y/o lactantes, etc, teniendo su origen en la utilización de telas empapadas con miel u otro alimentos, pero que se convirtió a través del tiempo en una pieza de goma, que en muchas ocasiones llega a ser utilizada hasta la edad de cuatro o cinco años, bajo el argumento que éste ayuda a tranquilizar a los niños (as) cuando están aburridos o tensos, convirtiéndose en un mal hábito.
Diversos estudios demuestran que “el chupete reduce la incidencia de la muerte súbita (aparición repentina e inesperada de un paro al corazón) del lactante y es un analgésico muy eficaz en procesos dolorosos”. (1) Sin embargo, es perjudicial para la salud dental de los más pequeños cuando se usa por mucho tiempo.
Chupones, un mal hábito
El hábito es la costumbre o práctica adquirida por la repetición frecuente de un mismo acto, es lo que sucede con el uso del chupete en los niños, ya que lo utilizan todos los días de manera repetitiva e instintiva, sin embargo, esta actividad causa alteraciones en el desarrollo normal de los huesos de la cara y dientes durante la infancia, lo que vuelve a ésta práctica en un hábito nocivo o un mal hábito.
Generalmente el chupete o chupón empieza a utilizarse en los primeros seis meses de vida del niño o niña, práctica que aparentemente y de manera inmediata no parece ser dañina para la salud bucal de éstos, pero que por el uso prolongado se convierte en un mal hábito que provoca efectos negativos en la dentadura de los mismos.

Al respecto, existe mucha controversia sobre la edad exacta en que debe suspenderse la utilización del chupete. Algunos estudiosos del tema sugieren que es posible disminuir el peligro de las malposiciones dentarias (mal alineamiento de los dientes), con la ayuda de los padres, por lo que es importante pedirles que reduzcan el tiempo del chupete al niño, asegurando que el cese de éste antes de los tres años de edad, contribuye a que éstas se curen espontáneamente.
Como anteriormente señalamos, la utilización prolongada del uso del chupete, puede traer muchas alteraciones en la salud oral de los niños, especialmente la instalación de una maloclusión. Según un estudio publicado en la revista General Dentistry, no todo es negativo, aclarando que su utilización puede ser ventajosa, siempre y cuando se suspenda a tiempo.
Ventajas y desventajas del uso del chupete:
Según el artículo “Pros y Contras de los Pacificadores” (2), el chupete es considerado un pacificador, existen algunas ventajas en su uso, como son:
- Calma y tranquiliza al niño
- Produce un efecto de alivio del dolor real, si el niño se lastima o incómodo
- Ayuda a desarrollo de los músculos alrededor de la boca
- Ligeramente disminuye el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante:
Este mismo artículo, como su título lo indica, también presenta de manera puntual las desventajas y consideraciones que deben de tener los padres respecto a los posibles problemas de salud que puede adquirir el niño con el uso del chupete, como:
- El uso excesivo de chupetes, especialmente después de los tres años de edad, puede interferir con el posicionamiento normal de los dientes y forma de la boca, en particular cuando están surgiendo los dientes delanteros permanentes.
- Mayor posibilidad de caries dentales. En este caso se hace la recomendación de nunca sumergir el chupete en miel u otros líquidos azucarados, ya que podría presentarse una mayor afectación.
- Aumento del riesgo de alergias al látex, si se utiliza un chupete de látex.
- Contaminación con gérmenes, si el chupete no se limpia adecuadamente, se sugiere. lavar los chupetes a menudo con agua tibia y jabón y enjuagar bien.
- Posible situación de ahogamiento o sofocación. Por lo tanto se recomienda: no utilizar la tetina de un biberón como chupete y nunca colgar un chupete en una cuerda alrededor del cuello del bebé.

Un estudio que realizó la “Pontifícia Universidade Católica de Campinas, Sao Paulo, Brasil”(3) buscando pros y contras del chupete nos presenta mayor número de desventajas, aparte de las expuestas con anterioridad como:
- Éste impide el establecimiento de la lactancia e induce al destete al ser ofrecida en los momentos en los que el bebé llora.
- Es responsable de la menor duración de la lactancia materna.
- Causa problemas en el habla principalmente si su uso se prolonga hasta los dos 3 o 4 años.
Lo que dejaría mayores desventajas que ventajas en el uso de chupetes en la infancia. La decisión de introducir o no el chupete le corresponden a la familia. Es responsabilidad de los profesionales de la salud ofrecer a los padres de familia datos sobre los pros y los contras de la utilización del chupete para que ellos tomen una decisión informada al respecto.
El papel del odontólogo
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, cabe al Pediatra la asistencia a la salud de individuos en crecimiento y desarrollo. Por esta razón, el campo de actuación del Pediatra se inicia en el periodo anterior al nacimiento, continuando durante la infancia y adolescencia cuando en general se completan los procesos de crecimiento y del desarrollo.
El papel del Odontólogo y el Pediatra son básicos en la prevención de las maloclusiones, ya que si el hábito es retirado a partir de los 3 años se evitarán transformaciones óseas y dentales. Los os hábitos deben tratarse cuanto antes valorando que vayamos a tener colaboración con el paciente porque si se espera mucho el hábito ya está más instaurado y es más difícil de superar. La detección precoz de las manifestaciones orales de estos hábitos es básica para garantizar un buen pronóstico. (4)
Por lo tanto los padres de familia deben buscar asistencia odontológica para sus hijos, sin embargo no es algo que la población latinoamericana tenga como costumbre, normalmente buscamos atención Odontológica, cuando ya tenemos un problema serio y no sabemos cómo solucionarlo.
Datos importantes
Se estima que, para que las malformaciones sean apreciables, es necesario ejercer una presión más o menos constante durante seis horas diarias, aproximadamente. El factor tiempo, junto al de la energía que el pequeño aplique en la succión marcará la diferencia en este aspecto. Eso explica por qué muchos niños que usan chupete no desarrollan ningún tipo de maloclusión dental (1).
Con la intención de minimizar ese efecto surgieron al final de la década de 1950 los chupetes con punta ortodóncica al hacer movimientos musculares más parecidos a los hechos en la succión del pecho, no alteraban el paladar. Asunto sigue siendo controvertido en la literatura, ya que en muchos estudios no se ha demostrado la diferencia al convencional (3).

Trucos para retirar el chupete
La Sociedad Española de Odontopediatría en su artículo “Uso y abuso de los chupetes” (1) plantea diversos trucos que pueden ser utilizados para retirarle el chupete a los niños:
- Sea la interrupción brusca o paulatina, no se debe recurrir a castigos.
- La estrategia de untar la tetina con sustancias de sabor desagradable (vinagre, pimienta, limón…) suele dar buen resultado.
- Puede inventar una historia en la que algún personaje de ficción se lleve el ‘tete’ a cambio de un regalo.
- A veces, el chupete puede “olvidarse” en el lugar de vacaciones o “perderse” en la calle.
- Cortar la tetina o pincharla para que la sensación de chuparla no sea placentera disuade a muchos pequeños.
- A los más mayores les puede convencer su Pediatra, explicándoles por qué deben dejarlo.
- La decisión ha de ser firme. Una vez que el niño abandona el chupete se acordará de él y volverá a pedirlo, pero hay que dejar que pase el ‘síndrome de abstinencia’.
Conclusión
Podemos afirmar que la utilización del chupete es más perjudicial que beneficioso, su uso no es necesario, ni mucho menos indispensable, por lo que podría evitarse su utilización, sin embargo en aquellos casos que es utilizado por costumbre, tradición o comodidad, deben tomarse las debidas precauciones, tratando de suspender su uso tempranamente, así como también acudir al especialista en Odontología Pediátrica para recibir orientación adecuada y oportuna en su caso particular.
Bibliografía
(1) Sociedad Española de Odontopediatría [Internet]. España. Sociedad Española de Odontopediatría. 2008. [citado 2015/Nov/07]. Disponible en:.http://www.odontologiapediatrica.com/uso_y_abuso_de_los_chupetes
(2) Oral Health Library. The Pros and Cons of Pacifiers [Internet].Estados Unidos: Delta Dental [citado 2015/Nov/07]. Disponible en: http://oralhealth.deltadental.com/22,21419
(3) Diez Castilho S, Mendes Rocha MA. Uso de chupeta: história e visão multidisciplinar. JPED, Brasil. [Internet]. 2009 [citado 2015/Nov/07]; 85(6):480-489. Disponible en: Jornal de Pediatría
(4) Soxman JA. Non-nutritive sucking with a pacifier: pros and cons. Gen Dent [Internet] 2007 [citado 20015/Nov/07]; 55(1): 59-62. Disponible en: PubMed/MEDLINE.