María Magdalena Gómez Guijarro[1]
José Soto Balderas
Miguel Ángel Saucedo Lozoya
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Universidad Autónoma de Coahuila
Unidad Torreón
Artículo PDF
CienciaCierta #37, Enero-Marzo 2014
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El pasado 17 de octubre del 2013 se realizó el Seminario “Agua, Territorio y Sociedad”, evento que es realizado año con año por el Instituto de Investigaciones “Dr. José María Luis Mora” (Instituto Mora) y el Centro de Investigación y Estudios en Antropología Social (Ciesas). En esta ocasión, en coordinación con el Cuerpo Académico “Política y Sociedad”, a través del programa Educación e Investigación sobre Medio Ambiente y Sustentabilidad, se efectuó conjuntamente una sesión de trabajo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Autónoma de Coahuila, para lo cual se invitó a investigadoras e investigadores en el tema del agua y su relación con las dinámicas socioterritoriales. La sesión tuvo como objetivo alimentar el debate y fortalecer el aprendizaje colaborativo e interdisciplinario en torno a la relación entre recursos hídricos, componentes del territorio y factores sociales en contextos espacio-temporales definidos.
La conferencia magistral “Conocimiento ambiental y adaptación. Reflexiones desde la ecología política crítica”, dictada en la FCPyS, fue compartida vía videoconferencia con una audiencia convocada en las instalaciones del Instituto Mora en el Distrito Federal, y estuvo a cargo de la doctora Naxhelli Ruiz Rivera[2]. La conferencista apuntó que uno de los pendientes de la agenda ambiental es la profundización del conocimiento sobre cómo se generan condiciones de adaptación ante múltiples fenómenos de degradación ambiental, tanto agudos como crónicos; desarrolló en su ponencia el concepto de adaptación contraponiéndolo con el de resiliencia, considerando el primero como central en la agenda de investigación y de implementación de políticas públicas en múltiples campos de acción, como agua, agricultura, desarrollo urbano y pobreza, por mencionar algunos.
En su exposición, Ruiz Rivera argumentó que existen pocos análisis críticos de lo que significa generar adaptaciones en el sentido de una intervención social hacia un desarrollo social de carácter positivo, incluyente, geográficamente delimitado y asequible económicamente para la sociedad en su conjunto. Por otro lado, también estableció que algunos de los mayores obstáculos de este trabajo conceptual comprenden la reducción de la noción de conocimiento ambiental al conocimiento técnico sobre procesos biofísicos, legitimado en campos específicos de la ciencia y la tecnología; así como la falta de una genealogía conceptual que nos permita analizar los componentes epistemológicos, metodológicos y políticos de la adaptación a cualquier proceso ambiental. Las reflexiones vertidas por la conferencista fueron sustentadas en los principios de la ecología política crítica (un enfoque de la escuela anglosajona de los estudios geográficos y ambientales).
La primera ponencia que se presentó estuvo a cargo del doctor Armando López Santos, denominada “Cambio climático y crisis por el agua en México ¿Qué hacer para adaptarnos?”. En su exposición, López Santos destacó los estudios basados en modelos climáticos, donde se sugiere que tanto las temperaturas como el ciclo hidrológico están siendo afectados, por un lado, con un incremento en las temperaturas promedio, y por otro, en la distribución y frecuencia de las lluvias, cambios que afectan a la mayor parte de las regiones de México.
Asimismo, apuntó que entre los investigadores se observa una coincidencia incipiente, en el sentido de que es necesario trabajar más en los mecanismos de adaptación ante la variabilidad climática, no sólo desde el punto de vista de los ecosistemas, donde se ha demostrado la existencia de procesos de regulación y adaptación, sino también a nivel de las actividades productivas en las que el hombre en toda su historia, desde que se inventó la agricultura, la ha venido perfeccionando con ayuda de la tecnología.
Una “Reflexión agroecológica sobre el manejo del agua en la Laguna” fue el tema que abordó el maestro Eduardo Blanco, quien argumentó que en la racionalidad implícita en la cultura del agua de la sociedad lagunera circunda un camino entre el error y la ilusión que ha traído como resultado la insostenibilidad de los recursos hidrológicos de la región. Blanco fundamentó su exposición en la teoría de sistemas, e indicó que, de acuerdo a ésta, el ciclo del agua tiende en su naturaleza a ser negativo y, por lo tanto, estable (más almacenamiento, más evaporación; más evaporación, más condensación; más condensación, más lluvia; más lluvia, más escurrimiento; más escurrimiento, más infiltración; más infiltración, menos evaporación). Afirmó que este proceso milenario dio origen a los grandes almacenamientos subterráneos regionales (acuíferos con estabilidad del ciclo), cuyos volúmenes han sido sobreexplotados indiscriminadamente en los últimos años, problema que se agrava con los almacenamientos aguas arriba que impiden la recarga. Asimismo, expuso que el error es evidente: alumbrar aguas de una reserva milenaria para evaporarla en sistemas poco eficientes con la ilusión de un uso racional que está muy lejos de la verdad, pero arraigado en una cultura aparente de altos rendimientos económicos muy concentrados, y un costo ambiental elevado y socializado.
Apuntó la necesidad de exponer las ideas para dialogar y promover la racionalidad del uso del recurso en agroecosistemas sostenibles, y pensar colectivamente, como resultado de esta reflexión, la solución más factible. Así, la racionalidad agroecológica sugiere un sistema abierto al diálogo, la incursión de todos los saberes existentes, y el discernimiento de la sinergia ecosistémica ante las capacidades dinámicas de sostenibilidad humana que ofrece el desierto lagunero. Mencionó además que es en las zonas áridas donde se ha sobreexplotado el recurso, desde la base misma de los agroecosistemas poco viables y que impiden la posibilidad de la sostenibilidad humana. Resaltó Blanco la necesidad de seguir las bases económicas de la vida en el desierto, y permitir sólo intervenciones a favor de la estabilidad del ciclo del agua en la Laguna.
Por su parte, el doctorante José Soto Balderas, en su ponencia “La ecología política de la degradación del agua subterránea en la Región Lagunera, México”, planteó que en la Región Lagunera de Coahuila y Durango la concentración y sobreexplotación de los recursos hídricos del acuífero principal, que se realiza por medio de la producción agroindustrial, han provocado procesos de degradación o deterioro ambiental del recurso hídrico, a pesar de existir cada vez más procesos de gestión ambiental gubernamental para promover un mejor manejo y conservación del agua.
La degradación ambiental del agua subterránea, afirmó, es ya una grave crisis ambiental y de salud de la población tanto urbana como rural. Esta crisis daña el ecosistema del acuífero principal, en el que se sustentan los procesos productivos de la región, y deteriora las condiciones de vida de la población, particularmente la más pobre.
La pregunta principal que se planteó en su intervención fue: ¿Por qué se produce y se incrementa la degradación ambiental de los recursos hídricos subterráneos del acuífero principal en la Región Lagunera de Coahuila y Durango, si existen procesos regionales de gestión ambiental gubernamental del agua? Explicó los mecanismos y cambios que han provocado que prevalezca la degradación de los recursos hídricos del acuífero subterráneo, y definió a los principales actores del campo social del agua.
La ponencia se sustentó en el marco teórico de la ecología política, el cual es amplio y multidisciplinario, y ofrece herramientas analíticas para comprender la complejidad de las causas y consecuencias involucradas en las transformaciones socio ambientales en diversos contextos económicos, políticos y culturales. En su exposición, Soto Balderas presentó razones y bases empíricas para afirmar que la degradación ambiental de los recursos hídricos subterráneos en la Región Lagunera se produce e incrementa porque los procesos regionales de gestión gubernamental del agua fortalecen la producción agroindustrial de leche, sobreexplotando el agua del acuífero principal, concentrando el dominio de los recursos de agua y tierra en los agentes o grupos de poder político y económico del campo social del agua por medio de mecanismos formales e informales de concentración de derechos de agua y tierras de cultivo.
La ponencia “Agua, vacas y organización campesina” estuvo a cargo del doctorante Miguel Ángel Saucedo Lozoya, en la cual se presentaron, de manera descriptiva y temporal, los avatares por los que ha pasado un grupo de trabajadores agrícolas que, tras una intensa lucha por reivindicaciones laborales y agrarias, se convirtió en ejidatarios colectivistas productores de leche. Para ello se hizo un análisis de los cambios sufridos por la Región Lagunera, sobre todo en lo referente a los procesos que han conducido a la organización social de la actividad agrícola y pecuaria, hasta convertirse en la más importante cuenca lechera del país, mismos que van desde la producción algodonera del siglo antepasado, a la producción forrajera que hoy la caracteriza, para sustentar la alimentación de un creciente hato de ganado lechero.

El ponente mostró cómo la historia de lo que es hoy el Ejido Colectivo Batopilas, ciertamente con algunos ajustes, bien pudiera servir para ilustrar la historia de la región, o mejor dicho, de su sector ejidal. Aunque en los años treinta del siglo pasado existían ya unos cuantos ejidos, no sería sino hasta 1936 que el reparto agrario decidido por Lázaro Cárdenas diera origen a la nueva estructura social lagunera, constituida, por un lado, por el sector ejidal conformado por los que hasta entonces habían sido los peones de las haciendas algodoneras, y que, de esa manera, se transformaban en ejidatarios colectivistas; por otro lado, el sector de la pequeña propiedad, integrado ahora por los antiguos hacendados (o por sus administradores), transformando así el escenario social en el campo lagunero. Un cambio en la propiedad de la tierra sin modificar en lo básico la organización del proceso productivo (excepto por el rol de organizadores), los insumos ni el cultivo que, en este caso, se trata del algodón.
Así, los que antes eran peones de la pequeña propiedad, son ahora los dueños del Ejido Colectivo Batopilas, que consta de 625 has en las que siembran parte del forraje que consumen las casi 1,500 vacas de su establo, y, por tanto, comparten buena parte de los problemas de los escasos establos ejidales que aún sobreviven, sobre todo el relativo a la competencia que tienen con los pequeños propietarios por el agua, tanto del subsuelo como del río Nazas. Esta competencia es desigual, no sólo porque participan en el mercado de la leche con enormes carencias tecnológicas, organizativas y económicas, sino porque a ello hay que agregar que las instancias reguladoras del mercado del agua tienen un diseño institucional con todas las ventajas para los pequeños propietarios.
La temática central de las dos últimas ponencias se refirió a la participación ciudadana y a las diferentes formas de participación social en relación a la problemática ambiental. Manuel Rivera expresó sus experiencias en la ponencia denominada “Nuestras luchas y movimientos sociales como Centro de Derechos Humanos ‘Juan Gerardi’”; mencionó que estas luchas van de la mano de las de otros grupos, como Encuentro Ciudadano Lagunero (ECL) y Movimiento Ciudadano Lagunero (Mocila), que también pertenece al ECL.
El colectivo Gerardi trabaja principalmente en la educación, por lo que apuntó que en el Centro de Derechos Humanos están convencidos de que el agua que no están cuidando los adultos es la que las y los muchachos necesitarán mañana, por lo que centralizan una parte de sus esfuerzos en ese sector, pero también consideran la educación ambiental a los adultos.

Fuente: http://www.gerenasostenible.org/
Expuso que el cuidado y la conservación del agua es lo que vincula al Centro de Derechos Humanos con la defensa del agua y la ecología. También mencionó en su ponencia que se vinculan de forma articulada con el movimiento del ECL.
La participación social, señaló Rivera, los ha llevado a realizar marchas, plantones, clausuras simbólicas, flash móvil y exposiciones de pintura, actividades todas relacionadas con el cuidado y protección del agua. Además, mencionó el ponente, “participamos como organización ciudadana en reuniones con la Comisión Nacional del Agua, con los operadores de agua municipales en la región, con la empresa Lala”.
El Centro Gerardi, explicó el ponente, ha promovido ruedas de prensa, manifestaciones por el Día de los Humedales, por el Día de los Ríos, por Un día sin auto. Todo lo anterior en forma pacífica y respetuosa, porque, apuntó, están convencidos de que la participación social, el trabajo académico y la investigación, son el mejor sustento para defender la Cuenca Alta, el acuífero y el vital líquido, el cual, “sabemos, es el principio de la vida”.

Fuente: http://humedalesbogota.com/evento-dia-de-los-humedales/
Por su parte, la doctora Lourdes Romero Navarrete presentó sus reflexiones sobre la gestión del agua en la ponencia titulada “Gestión pública, participación y movilización ciudadana frente a la problemática del agua en la Laguna, Coah.-Dgo. 1980-2012”. La ponencia trató sobre las formas institucionalizadas de participación en el tema del agua en la Comarca Lagunera, así como de las diferentes movilizaciones sociales que se han generado. La expositora orientó el tema hacia dos aspectos: a) los cambios ocurridos en las plataformas dispuestas por la legislación para la intervención de los usuarios en los mecanismos de gestión, y b) en la importancia y proactividad que han tenido las organizaciones ambientalistas para que la autoridad atienda los problemas de disponibilidad y deterioro que enfrenta el recurso hídrico en la región.
Resaltó la importancia que tiene la participación organizada de la ciudadanía en los organismos oficiales de agua, mencionando que es el lugar donde esta participación es definitiva para intervenir en la toma de decisiones que tienen que ver con el manejo y conservación de los recursos hídricos. Además, estableció que, debido a la problemática del agua en la región, se han generado una serie de movimientos sociales articulados en torno a organizaciones ciudadanas que son de importancia fundamental en el tratamiento de la problemática socioambiental del agua.
A modo de conclusión
Distintas temáticas se abordaron en el Seminario “Agua, Territorio y Sociedad” en la FCPyS en coordinación con el Instituto Mora y Ciesas, en torno a las relaciones entre recursos hídricos, componentes del territorio y factores sociales en contextos espacio-temporales definidos. Problemáticas abordadas desde enfoques diversos, desde marcos teóricos sustentados en la ecología política crítica y el enfoque de sistemas, hasta análisis empíricos y documentales. También se presentó la versión de las organizaciones sociales sobre la temática del seminario, perspectivas diversas que enriquecieron la información, el conocimiento y la discusión sobre la problemática socioambiental.
Participaron investigadoras e investigadores de distintos institutos de educación superior, tales como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma de Coahuila, la Universidad Juárez del Estado de Durango, la Universidad Autónoma de Chapingo Unidad de Zonas Áridas, el Instituto Tecnológico de Torreón, el Instituto Mora, y el Centro de Investigación y Estudios en Antropología Social, así como la Dirección de Ecología Municipal y representantes de organizaciones ambientalistas, en un esfuerzo por resaltar la importancia de la problemática socioambiental.
Se pretende ampliar, para los próximos eventos, tanto el número de ponencias como de participantes. Un propósito explícito del Cuerpo Académico “Política y Sociedad” es integrar a un mayor número de conferencistas e investigadores de la Universidad Autónoma de Coahuila interesados en la temática socioambiental, con el propósito de coordinar y compartir esfuerzos para generar información y conocimiento ambiental, pero sobre todo para iniciar un proceso de construcción de la red de investigador@s que realizan estudios socioambientales en la Universidad.
Además, hay que destacar la asistencia y activa participación de los alumnos de las tres licenciaturas que ofrece la FCPyS (Ciencia Política y Administración Pública, Sociología, y Ciencias de la Comunicación), así como de un nutrido grupo de estudiantes de las licenciaturas en Ecología y en Biología de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), tanto en la conferencia magistral y las mesas de trabajo como en el conversatorio que se realizó al día siguiente, y del cual se derivó el acuerdo de realizar un taller, mismo que se llevará a cabo el día 29 de noviembre en las instalaciones de la UJED bajo la coordinación de la doctora Magdalena Gómez, con la participación de los alumnos de ambas universidades.
La problemática socioambiental es compleja y requiere de enfoques sistémicos y de metodologías interdisciplinarias para su abordaje. En el Programa Educación e Investigación sobre Medio Ambiente y Sustentabilidad del Cuerpo Académico “Política y Sociedad” estamos enfocados a su discusión e investigación desde la perspectiva de los sistemas complejos, la ecología política crítica y la cibercultura, y dispuestos a analizar nuevos enfoques constructivistas y métodos de investigación interdisciplinaria, motivos por los cuales seguiremos generando y apoyando este tipo de eventos.
[1] Autor para correspondencia: mgg11890@uadec.edu.mx
[2] Investigadora del Departamento de Geografía Social del Instituto de Geografía de la Universidad Autónoma de México, y Premio a Mujeres en las Ciencias Sociales y Humanidades 2011, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias.